El ayuntamiento de Albacete solicita la declaración del Teatro Circo como Patrimonio Mundial de la Humanidad

DECLARACIÓN INSTITUCIONAL DEL EXCMO. AYUNTAMIENTO DE ALBACETE SOLICITANDO AL GOBIERNO DE ESPAÑA EL INICIO DE LOS TRÁMITES NECESARIOS PARA PRESENTAR ANTE LA UNESCO LA CANDIDATURA DEL SINGULAR TEATRO CIRCO DE ALBACETE (1887) PARA SU DECLARACIÓN COMO SITIO PATRIMONIO MUNDIAL DE LA HUMANIDAD

(a propuesta de la Asociación Nacional de Amigos de los Teatros Históricos de España).

El Teatro Circo de Albacete, inaugurado el 7 de septiembre de 1887, está considerado el coliseo teatral circense operativo más antiguo del mundo, además de ser una de las escasas muestras de arquitectura teatral circense que aún pueden admirarse en Europa, siendo el único en España dentro de los de su género que mantiene la doble capacidad escénica para teatro y para circo.

Son muchos los elementos históricos y artísticos que reúne el Teatro de Albacete para su consideración de ejemplo mundial de la mejor arquitectura teatral circense.

Es nuestro Teatro Circo de Albacete una edificación singular al ofrecer, por volumen y por acabado, una bellísima muestra de clásica arquitectura teatral circense, con una clara evocación neoárabe en sus formas.

Esa mezcla equilibrada de estilos e influencias es lo que convierte a nuestro Teatro Circo de Albacete en un escenario de encuentro de civilizaciones, que aporta, además, la singularidad de seguir siendo desde 1887 hasta nuestros días, no solo un teatro operativo como escena teatral, sino también un espacio privilegiado para las artes circenses, gracias a haberse recuperado su originaria pista central que hoy alberga el Festival internacional de circo de Albacete, referente en Europa donde hoy este tipo de arquitectura escasea y es dispersa.

El Teatro Circo de Albacete fue levantado en 1887, en un plazo récord para la época, abarcando su plazo de construcción desde el 26 de enero al 7 de septiembre de ese año.

Tras fracasar dos proyectos para levantar un teatro en la ciudad (los de Moreno de Monroy y Rico Valarino), el Teatro Circo fue impulsado gracias a una sociedad constituida por 12 albacetenses que soñaron con levantar un coliseo de vocación europea por sus dimensiones y programación.

En su ánimo estaba la esperanza de acelerar el progreso de una ciudad que entonces superaba por poco los veinte mil habitantes, con una alta tasa de analfabetismo, pero que poseía una larga tradición teatral que se remonta, como mínimo, al siglo XVI cuando se llevaban a cabo representaciones en el exterior e interior de la iglesia de San Juan Bautista (hoy Catedral), y en honor a la festividad del Corpus Christi.

El primitivo edificio del Teatro Circo fue diseñado por el delineante de Obra Públicas, Emilio Vergara, mientras que las obras fueron dirigidas por el arquitecto municipal Juan Peyronnet (hijo del arquitecto del mismo nombre que rehabilitó la Puerta de Sol de Madrid en el siglo XIX).

En 1919, la sala sufrió una profunda remodelación que la transformó en un teatro a la italiana en forma de herradura y con palcos volados sobre la sala, cubriéndola con una artística bóveda central que ocultó la estructura de hierro y sus arquerías.

Tras casi cien años de estar abierto al servicio de la sociedad de Albacete fue cerrado en 1985.

Hubo que esperar a 1993 para ser adquirido por el Ayuntamiento de Albacete a una amplia mancomunidad de propietarios, peligrando en ese tiempo de negociación, la seguridad y estabilidad del Teatro Circo, que llegó a ser objeto de saqueos e incluso conatos de fuego.

En 1995 se presentó el ambicioso proyecto de los arquitectos Juan Caballero, Emilio Sanchez y Carlos Campos que devolvía al Teatro Circo la fisonomía original que tenía en el año de su inauguración (1887).

En el curso de los trabajos, se incorporó al proyecto la recuperación de la pista central para circo, a petición de la Asociación de Amigos del Teatro Circo (actual Amithe), entidad asociativa que lideró el movimiento de apoyo desde la sociedad civil albacetense para su rehabilitación.

Tras un largo proceso de reforma, costeado por el Gobierno de España y el de Castilla La Mancha, se reinauguró el 9 de septiembre de 2002, bajo la presidencia de la Reina Sofia y con la actuación del Ballet Nacional de España que representó “Fuenteovejuna”.

Son muchas las virtudes y atractivos que alberga el Teatro Circo y que le hace reunir argumentos sólidos para que el Gobierno de España defienda su candidatura a su declaración como sitio patrimonio mundial de la Humanidad ante la UNESCO.

Según María Jesús Viguera Molins, catedrática de Estudios Árabes e Islámicos en la Universidad Complutense de Madrid y académica de la Real Academia de la Historia, estamos ante el edificio civil neoárabe más interesante de los edificados en España, por su volumen, por su estructura de hierro y sus arcos decorados con motivos nazaríes.

Si bien hay edificios exclusivamente circenses que son más antiguos que el de Albacete, como el Cirque D´Hiver de Paris (1852), el de Reims (1867), el Albert Hall de Londres (1871), el Cinellesi de San Petesburgo (1877) o el Circo Nikulin’s de Moscú (1880), nuestro Teatro Circo es el decano entre los del mundo que mantienen operativa la doble arquitectura para teatro y circo, reuniendo caja escénica, escenario teatral y una pista central circense en la que se celebra en febrero su Festival Internacional de Circo.

Además, el de Albacete es el único teatro circo en España que sigue operativo albergando la doble funcionalidad. El resto de los teatros circos, pero sin pista circense, son los siguientes: el “Marte” en la isla canaria de La Palma (1871), el “Teatro Circo Villar” de Murcia (1892), el “Teatro Circo” de Puente Genil (1902), el “Apolo” de la pedanía de El Algar en Cartagena (1905), y el de “Teatro Circo Anastasio Díe” en Orihuela (1908).

La estructura, cubierta y sus 12 pilastras, todas de hierro, que presenta el Teatro Circo de Albacete, se fabricaron en la misma y reconocida “Fundición Primitiva” valenciana, rematándolas con bellos capiteles de estilo neo nazarí granadino y sujetando arcos decorados con yeserías de ataurique.

Esta decoración, que parte del capitel hasta la clave del arco, contiene temas vegetales con gran profusión de hojas arqueadas o forzadas en su configuración.

La jaculatoria propia del escudo nazarí “Wa-la galib illa Allah” (No hay más vencedor que Dios), que la vemos inscrita por varias salas de la Alhambra, se va repitiendo con su epigrafía cursiva árabe a lo largo de las seis arquerías del Teatro Circo de Albacete.

La rehabilitación hace 19 años del Teatro Circo, no solo supuso para Albacete aceptar el legado de este escenario y recuperar su uso primitivo, sino que la ciudad fue más allá, incorporándolo a ella como algo vivo, mejorado, y lo que es más importante, con una clara vocación de preservar su continuidad en el tiempo.

Tras la exposición de los muchos méritos históricos y artísticos que reúne el Teatro Circo de Albacete y teniendo en cuenta su valor universal y excepcional, el pleno del Ayuntamiento de Albacete, a propuesta de la Junta de Portavoces, DECLARA:

1.- Solicitar al Gobierno de España incluya el Teatro Circo de Albacete en la llamada “lista indicativa” de bienes o sitios candidatos a ser declarados por la UNESCO como Patrimonio Mundial de la Humanidad.

2.- Solicitar de la Administración provincial y autonómica, así como de los representantes de Albacete en el Congreso y en el Senado, la adhesión a esta Declaración y el máximo apoyo e implicación institucional para que el Gobierno de España incluya al Teatro Circo en dicha “Lista” y su posterior defensa ante la UNESCO.

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