La Asociación de Amigos de los Teatros Históricos de España recuerda que el actor gijonés fue el primero que recibió el Premio Pepe Isbert en el escenario del Teatro Circo
La Asociación de Amigos de los Teatros Históricos de España (Amithe), que preside el albacetense Javier Lopez-Galiacho, se suma al pesar por la pérdida de Arturo Fernández y «lamenta profundamente la muerte de uno de los actores más populares de España, todo un ejemplo de entrega, abnegación y dedicación profesional por el mundo del teatro, llegando a morir literalmente sin haberse bajado nunca de los escenarios», según subrayan en un comunicado de prensa.
«Poseedor de un talento especial para conectar con el público de varias generaciones -prosigue la nota-, llenando teatros sin ayudas, ni subvenciones públicas, siendo actor, director y productor de sus propias obras, Arturo Fernández forma parte de la historia de Amithe al recoger en el año 2003 y en el emblemático Teatro Circo de Albacete, el prestigioso Premio Nacional de Teatro Pepe Isbert».
Amithe recuerda que el artista asturiano siempre tendrá en su honor haber sido el primer actor en recibirlo en las tablas del Teatro Circo de Albacete, pues hasta el año 2002 no se produjo la reinauguración del coliseo, considerado el teatro circo operativo más antiguo del mundo.
La Asociación de Amigos de los Teatros Históricos de España hace hincapié en que hasta esa edición en que Arturo Fernández recogió el galardón, que surgió para concienciar a nuestro país de la no pérdida de este emblemático espacio teatral y reconocer trayectorias extraordinarias en los escenarios, había sido entregado en diversos espacios de nuestra capital, como el Teatro de la Paz, el Auditorio Municipal o el Cine Capitol, sede de la Filmoteca Municipal, pero nunca, hasta que llegó Fernández, en el propio Teatro Circo, que recientemente había sido inaugurado por la reina Doña Sofía.